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Con la Muerte de Sacerdote García Rubio se Pierde y se Gana: Mancilla Sánchez

*.-PARA TODO CRISTIANO LA MUERTE ES UNA VICTORIA, UN RESULTADO, OPORTUNIDAD DEL ENCUENTRO VIVO CON DIOS, CONFIRMA EL OBISPO DE LA DIÓCESIS DE CIUDAD OBREGÒN OBISPO JUAN MANUEL MANCILLA SÁNCHEZ


POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
EL INFORMADOR DEL MAYO

NAVOJOA.-“Para la Iglesia Católica la muerte es una victoria, es un resultado, una oportunidad, un encuentro vivo con Dios, cuyo acontecimiento no dejará desligarnos de él”.
Afirmó lo anterior el Obispo Juan Manuel Mancilla Sánchez, al referirse al recién padre Sergio García Rubio, quien se desempeñara como titular de la parroquia de Cristo Rey, “cuya muerte, dijo, es signo de que también los presbíteros están en el mundo y llevan también este paso por la tierra en vasos de barro.
El Obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, dijo que con dicho acontecimiento la Iglesia católica pierde y gana.
“Se pierde materialmente, físicamente u hermano, empero, se gana un intercesor, una persona que va a estar aumentando las súplicas a favor de la Iglesia de Obregón, por eso hay tristeza y alegría”, formuló.
Mancilla Sánchez, pidió al presbiterado de la diócesis a su cargo, continúen trabajando con mucho empeño y el mayor entusiasmo, “que trabajen cada vez con mayor entusiasmo y cariño hacia el pueblo de Dios, que quieran mucho al pueblo de Dios y que estén y velen cerca de él, que no se desliguen de su sufrimientos, anhelos y tribulaciones”.
El prelado, dijo que los sacerdotes, bendicen a Dios y le dan gracias porque les concede servirlo y les permite caminar hacia el como seres humanos que son.
“Porque todo sacerdote, todo Obispo, el papa, estamos sujetos a las leyes naturales de la vida, y a las realidades y circunstancias de este mundo y el mundo entiende que la vocación sacerdotal pasa por la muerte, nuestro camino pasa por el despojo de nuestro cuerpo que es la muerte”, sostuvo.
El máximo jerarca católico, durante la homilía de ese día había señalado que el presbisterado y él mismo agradecía al Señor Jesús que le haya concedido al padre García Rubio su perseverancia en el sacerdocio, cuya gran virtud es la que todo sacerdote debe buscar.
“Que todo sacerdote debe implorar a cada instante, perseverar hasta la muerte, como lo hizo el padre Sergio”, apuntó al pedir a García Rubio irse en paz y compartir esa calma de la que ya disfruta en el Cielo.
Compártenoslas cada que celebremos la sagrada eucaristía, los sagrados misterios, la evangelización, la misión, el servicio en los más sencillos, al absolver los pecados del mundo, y concede a nuestros hermanos la tranquilidad de la conciencia, cuando en nombre de tu divino señor los podamos absolver como sacerdotes”, pidió el Obispo al extinto García Rubio.

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