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ENTREGA EL PADRE CHARLES CARPENTER ESTANDARTE DE LA GUADALUPANA A INTEGRANTES DE LA PASTORAL PENITENCIARIA DEL CERESO LOCAL
EL ASESOR DE LA PASTORAL PENITENCIARIA AL MOMENTO DE LA BENDICIÓN DEL ESTANDARTE DE LA GUADALUPANA

POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
NAVOJOA
.-En el marco de las celebraciones a la virgen de Santa María de Guadalupe, el presbítero Charles Carpenter entregó un estandarte de la madre de Jesús a los integrantes de la Pastoral Penitenciaria del CERESO local, cuya bendición de la sagrada imagen se realizó durante la misa semanal.
“Ningún interno está solo en este lugar, mucho menos los pastoralistas porque tienen a María que intercede por ustedes a cada momento, y mas cuando se lo piden con fe y fervor”, participó el asesor de esa pastoral en el decanato de San Ireneo.
Durante la homilía de la Eucaristía, habló a los internos de la importancia de estar preparados en este nuevo año de adviento que recién inició y explicó que se trata de la preparación para el advenimiento del niño Jesús, “quién como hijo de Dios nos visita para salvarnos, es la palabra hecha carne”, asentó.
El líder religioso católico, dijo que todo cristiano debe estar siempre despierto “porque así nos lo pide Jesús en la cita bíblica de este domingo, preparados para recibirlo dignamente y nos de su bendición, empero sobre todo su salvación”.
DURANTE LA CELEBRACIÓN DE LA SAGRADA EUCARISTÍA

Charles Carpenter, señaló que el nuevo estandarte, lo ofrece como un abrazo que la Virgen María le otorgó por sus XXX años de ordenación sacerdotal en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús la tarde del primero de Noviembre de 1978.
“Mi padrino fue el Párroco de entonces, el Padre Fernando Sánchez y la virgen María mi fiel acompañante durante todo este tiempo”, aseveró.
Cabe mencionar que previo a la ceremonia religiosa, a la llegada del padre Carpenter al aula 9 del CERESO (lugar donde se celebró la sagrada Eucaristía) tanto como pastoralistas internos como externos, brindaron a Dios un minuto de aplausos por el XXX aniversario del padre Carpenter, pasando luego a los abrazos de felicitación.
Fue al finalizar del sagrado rito cuando la imagen de la Virgen Santa María de Guadalupe, le otorgó el abrazo simbólico al ser portada por dos pastoralistas internos, ante el aplauso nuevamente de los asistentes, lo que hizo del lugar todo un festejo espiritual para Dios en el presbítero Charles Carpenter.

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