miércoles

“Polvo eres y en Polvo te Convertirás”
CON EL MIERCOLES DE CENIZA INICIA HOY LA CUARESMA: ROBLES MANZANEDO

POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
NAVOJOA.-“Polvo eres y en polvo te convertirás”.
El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios, declaró el presbítero Antonio Ernesto Robles Manzanedo.
El vicario del Santuario de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe, señaló que este día el feligrés católico deberá acercarse a los templos a que les impongan la ceniza, quienes expresarán con humildad y sinceridad de corazón, su deseo de convertirse y creer de verdad en el Evangelio.
Robles Manzanedo, indicó que la bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; “aunque en circunstancias especiales, dijo, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra, cuyas fórmulas de imposición de la misma se inspiran en la Escritura: Génesis, 3, 19 y Marcos 1, 15”.
Abundó que la ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII, cuya fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán este día.
Sostuvo que el origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica, la cual empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X.
Mencionó que la liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso.
“La ceniza, dijo, es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas”.
El padre Antonio, sostuvo que este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7) y apuntó que eso es lo que significa el nombre de "Adán".
Comentó que asimismo se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Aseveró que por extensión, la ceniza representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).
Robles Manzanedo reveló que el simbolismo de la ceniza es la Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte; la Situación pecadora del hombre; la Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda y la Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.
“Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra") polvo y ceniza son los hombres que todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo, todos expiran y al polvo retornan”.
Por lo tanto, dijo al finalizar Robles Manzanedo, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento, cuya costumbre actual de que todos los fieles la reciban en su frente, es también el signo del comienzo de la Cuaresma que dura 40 días.

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