CANTANTES DE LA UNISON EN EL FAOTÁLAMOS.- La cuarta noche de gala del FAOT 2008 resultó una agradable sorpresa, gracias a la estimable presencia y buen desempeño de tres jóvenes cantantes que cursan la última etapa de su carrera en la UNISON.
Acompañados de la pianista Armenia Anush Balasanyan, las sopranos Natalia Brambila y Brenda Córdova, y el tenor Everardo Tánori ofrecieron un programa en el que incluyeron algunas piezas relativamente exigentes, no conformándose con lo fácil ni lo trillado.
Fue evidente a lo largo de la noche que estos tres jóvenes cantantes llegaron a una noche de gala del FAOT por méritos propios, puesto que a lo largo de la velada se hizo evidente la seriedad con la que han llevado a cabo su preparación académica.
De la soprano Natalia Brambila puede decirse que tiene un timbre cristalino y transparente y una presencia escénica que tiende a lo etéreo. Por lo escuchado anoche, parece evidente que a esta joven soprano le haría bien aproximarse a la música antigua y al repertorio barroco, puesto que su voz parece tener las cualidades ideales para ello.
El tenor Everardo Tánori ha trabajado su voz para darle firmeza y concentración, y quedaría pendiente darle una mayor amplitud en su proyección.
El joven tenor demostró ya algunas cualidades en cuanto a la intención y el estilo que deben ser aplicados a los distintos repertorios.
En cuanto a la soprano Brenda Córdova, quedó claro que su voz y su presencia escénica tienden más hacia los roles dramáticos, y que su futuro está, quizá, en la interpretación de heroínas y villanas operísticas de carácter fuerte.
En esta Noche de la Universidad de Sonora, resultaron especialmente atractivas las piezas del programa que fueron cantadas en ensamble por los jóvenes cantantes, quienes así demostraron que también han estado atentos al trabajo de equipo que tan importante es en cualquier carrera en el mundo de la ópera.
En algunas de las piezas programadas, Natalia Brambila, Brenda Córdova y Everardo Tánori propusieron algunos trazos elementales de teatro, aproximándose un poco al concepto de la ópera en concierto, enriqueciendo así con un ingrediente extra su buena participación en esta, su propia noche de gala.
Del análisis conjunto de las tres voces de estos jóvenes cantantes sonorenses, podría decirse que un área que podría ser trabajada con especial atención es la del refuerzo de sus respectivos registros graves.
En lo que se refiere al repertorio cantado en la Noche de la Universidad de Sonora, puede destacarse la presencia de una extensa aria del Otelo de Verdi, abordada con convicción por Natalia Brambila, quien también ofreció dos interesantes canciones brasileñas de concierto.
Asimismo, fueron bienvenidas las poco conocidas pero no por ello menos atractivas selecciones de obras de Cilea (a cargo de Everardo Tánori) y de Mascagni (con Natalia Brambila).
Acompañados de la pianista Armenia Anush Balasanyan, las sopranos Natalia Brambila y Brenda Córdova, y el tenor Everardo Tánori ofrecieron un programa en el que incluyeron algunas piezas relativamente exigentes, no conformándose con lo fácil ni lo trillado.
Fue evidente a lo largo de la noche que estos tres jóvenes cantantes llegaron a una noche de gala del FAOT por méritos propios, puesto que a lo largo de la velada se hizo evidente la seriedad con la que han llevado a cabo su preparación académica.
De la soprano Natalia Brambila puede decirse que tiene un timbre cristalino y transparente y una presencia escénica que tiende a lo etéreo. Por lo escuchado anoche, parece evidente que a esta joven soprano le haría bien aproximarse a la música antigua y al repertorio barroco, puesto que su voz parece tener las cualidades ideales para ello.
El tenor Everardo Tánori ha trabajado su voz para darle firmeza y concentración, y quedaría pendiente darle una mayor amplitud en su proyección.
El joven tenor demostró ya algunas cualidades en cuanto a la intención y el estilo que deben ser aplicados a los distintos repertorios.
En cuanto a la soprano Brenda Córdova, quedó claro que su voz y su presencia escénica tienden más hacia los roles dramáticos, y que su futuro está, quizá, en la interpretación de heroínas y villanas operísticas de carácter fuerte.
En esta Noche de la Universidad de Sonora, resultaron especialmente atractivas las piezas del programa que fueron cantadas en ensamble por los jóvenes cantantes, quienes así demostraron que también han estado atentos al trabajo de equipo que tan importante es en cualquier carrera en el mundo de la ópera.
En algunas de las piezas programadas, Natalia Brambila, Brenda Córdova y Everardo Tánori propusieron algunos trazos elementales de teatro, aproximándose un poco al concepto de la ópera en concierto, enriqueciendo así con un ingrediente extra su buena participación en esta, su propia noche de gala.
Del análisis conjunto de las tres voces de estos jóvenes cantantes sonorenses, podría decirse que un área que podría ser trabajada con especial atención es la del refuerzo de sus respectivos registros graves.
En lo que se refiere al repertorio cantado en la Noche de la Universidad de Sonora, puede destacarse la presencia de una extensa aria del Otelo de Verdi, abordada con convicción por Natalia Brambila, quien también ofreció dos interesantes canciones brasileñas de concierto.
Asimismo, fueron bienvenidas las poco conocidas pero no por ello menos atractivas selecciones de obras de Cilea (a cargo de Everardo Tánori) y de Mascagni (con Natalia Brambila).
LOS JÓVENES CANTANTES DEMOSTRARON EL TRABAJO DE EQUIPO
No hay comentarios:
Publicar un comentario