POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
NAVOJOA.-Una baja en la producción de leche del 25 y hasta el 35 por ciento se registra actualmente en los establos de la región y Álamos, debido a las altas temperaturas de verano, cuyo calor produce estrés de las reses, declaró Jesús Borbón Valenzuela y asimismo debido a que la mayoría de las cabezas están en etapa de gestación de 5 a 6 meses,.
El presidente de la Unión Ganadera Local “Rafael Russo Voguel” señaló que esta situación es un golpe para la economía de las familias que subsisten de esta actividad, además de afectar el número de jornales que genera la producción lechera en pequeñas y grandes escalas.
Expuso que como cada año, las altas temperaturas inducen una baja en la producción lechera, temporada que se normaliza hasta los meses de septiembre y octubre, “sin embargo hay ocasiones en que el calor se extiende por más tiempo”, ponderó.
Abundó que aunado a lo anterior, se suman los bajos precios del lacto en el mercado regional e internacional, “por lo que se está pasando una etapa difícil y dura”.
Para finalizar Borbón Valenzuela dijo que un buen productor lechero busca organizarse y procura que las vacas paran en septiembre y octubre, ya que es la fecha en que el tiempo empieza a refrescar y por tanto se reduce el estrés en las cabezas.
“En la actualidad el tiempo no ayuda y el estrés persiste en todo su rango en las reses de la región, por lo que hay que esperar los buenos tiempos”, aseveró al concluir.
NAVOJOA.-Una baja en la producción de leche del 25 y hasta el 35 por ciento se registra actualmente en los establos de la región y Álamos, debido a las altas temperaturas de verano, cuyo calor produce estrés de las reses, declaró Jesús Borbón Valenzuela y asimismo debido a que la mayoría de las cabezas están en etapa de gestación de 5 a 6 meses,.
El presidente de la Unión Ganadera Local “Rafael Russo Voguel” señaló que esta situación es un golpe para la economía de las familias que subsisten de esta actividad, además de afectar el número de jornales que genera la producción lechera en pequeñas y grandes escalas.
Expuso que como cada año, las altas temperaturas inducen una baja en la producción lechera, temporada que se normaliza hasta los meses de septiembre y octubre, “sin embargo hay ocasiones en que el calor se extiende por más tiempo”, ponderó.
Abundó que aunado a lo anterior, se suman los bajos precios del lacto en el mercado regional e internacional, “por lo que se está pasando una etapa difícil y dura”.
Para finalizar Borbón Valenzuela dijo que un buen productor lechero busca organizarse y procura que las vacas paran en septiembre y octubre, ya que es la fecha en que el tiempo empieza a refrescar y por tanto se reduce el estrés en las cabezas.
“En la actualidad el tiempo no ayuda y el estrés persiste en todo su rango en las reses de la región, por lo que hay que esperar los buenos tiempos”, aseveró al concluir.
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