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Realiza Estudiante Primera Investigación Semántica Yaqui

El primer trabajo de investigación en México en el campo de la semántica, concretamente de las emociones en la lengua Yaqui, lo realizó Gabriela García Sandoval, quien presentó su tesis de licenciatura en el Departamento de Letras y Lingüística de la Universidad de Sonora y obtuvo mención honorífica.
Con su trabajo, titulado: “Una aproximación semántica a la expresión de las emociones en lengua Yaqui”, la también estudiante de la Maestría en Lingüística, indicó que su afición por esta lengua la llevó a investigar cómo es que los miembros de esta comunidad construyen frases de enojo, miedo y alegría.
Se ha estudiado el Yaqui pero a nivel gramatical, de sintaxis, morfología, fonética, pero el tema de semántica no se había abordado, explicó.
El estudio lo inició desde el 2004, comentó, y la recolección de datos lo hizo a través de varias estancias en la comunidad Yaqui. Con esta investigación se abre un nuevo campo que no había sido abordado.
Revisó trabajos que se han hecho en otras partes del mundo para diferentes lenguas pero básicamente se basó en el método Metalenguaje semántico natural de Anna Wierzbicka.
Los resultados que obtuvo revelan que las acciones que se relacionan con cada emoción varían. Por ejemplo, explicó, son más pasivas para el estado de alegría, que para el enojo, ya que para este último hay más expresiones de acción como son gritar, golpear y patear.
Entre algunas de las frases en Yaqui que expresan cariño, enojo y alegría, citó las siguientes: “in jiapsimak nee henchí wata” (te quiero con mi corazón), “u jamut lobola mamak omtekai”, (la mujer tiene el puño cerrado de coraje) y “alleaka nee bwaana” (yo lloro de alegría).
Demandan Inteligencia uso del Internet

En otros temas de la UNISON, investigar de forma inteligente y realizar una rigurosa selección de contenidos en Internet, demandó a los universitarios el encargado de la Gestión de Recursos Electrónicos en la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM, Sergio Márquez Rangel.
Invitado por la Coordinación de Bibliotecas de la Universidad de Sonora (Unison) para impartir el curso “Internet en las Bibliotecas”, se lamentó que incluso los docentes no orienten de manera adecuada a sus alumnos para el proceso de investigación en esa tecnología electrónica.
Consideró que se debe puntualizar en la importancia de que “navegar” con mejor razonamiento se logrará recuperar información de calidad, un mejor conocimiento y comprensión de los objetivos planteados.
Advirtió que no es posible saber de docentes diciéndoles a sus alumnos “busca y lo que encuentres tráemelo”, sin darles las instrucciones básicas de cómo acceder a Internet y seleccionar lo de interés y mayor importancia.
El especialista en Biblioteconomía advirtió que para ilustrar muy bien esta situación, siempre parte del ejemplo de los niños de educación primaria y secundaria que se conectan a Internet, buscan su tarea, descargan una biografía o fotografía, la copian, la pegan y la entregan.
“Eso es lo que queremos evitar. El proceso debe darse a través de una labor de investigación real y rigurosa”, planteó, tras explicar que la aparición de Internet ha producido unos enormes cambios en los métodos de enseñanza y aprendizaje, dejando incluso atrás la educación memorística.
Ahora, agregó, gracias a la gran cantidad de información existente en la red, es primordial el saber elaborar la información consiguiendo mayores y mejores razonamientos y por supuesto, de mayor calidad.
Señaló que el Internet podrá afectar el trabajo de todos si no se le da el uso adecuado, advirtiendo cómo este fenómeno resulta más común en las grandes ciudades por el acceso a los adelantos tecnológicos que pernean en la formación de las nuevas generaciones e incluso impactan en la intimidad del hogar.
En el caso de las bibliotecas, dijo que éstas no pueden estar ajenas a esta nueva tecnología y que por ello se debe “descubrir” como se aplican en la medicina, la astronomía, las ciencias sociales, las artes, las humanidades.
Sergio Márquez Rangel citó que buscar información en las bibliotecas ya no se requiere de horas, días o semanas, sino que con una sola base de datos o herramientas, podemos recuperar miles de registros y documentos en tan solo minutos o segundos.
Hizo hincapié en que el usuario debe saber muy bien qué institución o autor genera la información que aparece en el Internet ya que miles de personas se inscriben en esta tecnología, e incluso “chatean”, crean blogs, páginas web y otros sitios, utilizándola de manera indiscriminada y no realmente para lo que sirve.
“Nos puede servir para comunicarnos, divertirnos, como objetivos comunes, pero para las tareas académica, no le estamos dando el valor que se merece”, reiteró.

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