POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
Navojoa.-“Jesús es la fuerza, el fuego que purifica los corazones, que anima nuestra debilidad, y por ello hoy, a pesar de nuestros sacrificios en este lugar, sabemos que un día por obra del espíritu santo se abrirán las puertas, Dios buscará la forma de que ustedes también tengan esa plenitud de libertad física, porque espiritualmente ya la tienen, la de pensar, meditar y reflexionar la situación de cada cual, principalmente con él”.
Expresó lo anterior el presbítero Sergio Martínez Enríquez el martes de la semana pasada en el marco de la Eucaristía semanal que celebró en el CERESO local al suplir al padre Charles Carpenter quien se encontraba esa semana en un retiro penitenciario en el CERESO de la ciudad de Nogales.
El titular de la parroquia Santa Martha indicó que al igual como se señala en el evangelio de ese día donde Pablo y Silas fueron apoyados por el ángel del señor y quedaron libres, cuya lecturas fueron leídas por dos internos, así también Dios lleno de su misericordia viene a las vidas de los internos que acogen su palabra y amor.
“Si nosotros confiamos en el altísimo, dijo, todas esas cosas que aparentemente parecen imposibles estamos seguros que se irán suavizando, carroceando para así lograr integrarnos a la gran familia del creador que nos da el título de hijos de Dios, para estar en armonía y unidad”.
En la homilía donde el religioso fue auxiliado por el grupo de la pastoral penitenciaria local, y donde el coro de internos “Mi Esperanza” entono los cantos de la misa, Martínez Enríquez oro por las autoridades penitenciarias, por los internos y sus familias y por todos los bienhechores que hacen posible suavizar la carga de los internos que purgan por sus faltas a la sociedad.
“Nosotros estamos fuertes en ustedes por Dios que les dice ánimo, no se doblen, no doblen sus corvas, no titubeen, al contrario fortalézcanse en mi que soy su fuerza, por eso les pido abran su corazón y Dios un día como a Pablo y Silas, les abrirá las puertas de esta cárcel”, concluyó.
Navojoa.-“Jesús es la fuerza, el fuego que purifica los corazones, que anima nuestra debilidad, y por ello hoy, a pesar de nuestros sacrificios en este lugar, sabemos que un día por obra del espíritu santo se abrirán las puertas, Dios buscará la forma de que ustedes también tengan esa plenitud de libertad física, porque espiritualmente ya la tienen, la de pensar, meditar y reflexionar la situación de cada cual, principalmente con él”.
Expresó lo anterior el presbítero Sergio Martínez Enríquez el martes de la semana pasada en el marco de la Eucaristía semanal que celebró en el CERESO local al suplir al padre Charles Carpenter quien se encontraba esa semana en un retiro penitenciario en el CERESO de la ciudad de Nogales.
El titular de la parroquia Santa Martha indicó que al igual como se señala en el evangelio de ese día donde Pablo y Silas fueron apoyados por el ángel del señor y quedaron libres, cuya lecturas fueron leídas por dos internos, así también Dios lleno de su misericordia viene a las vidas de los internos que acogen su palabra y amor.
“Si nosotros confiamos en el altísimo, dijo, todas esas cosas que aparentemente parecen imposibles estamos seguros que se irán suavizando, carroceando para así lograr integrarnos a la gran familia del creador que nos da el título de hijos de Dios, para estar en armonía y unidad”.
En la homilía donde el religioso fue auxiliado por el grupo de la pastoral penitenciaria local, y donde el coro de internos “Mi Esperanza” entono los cantos de la misa, Martínez Enríquez oro por las autoridades penitenciarias, por los internos y sus familias y por todos los bienhechores que hacen posible suavizar la carga de los internos que purgan por sus faltas a la sociedad.
“Nosotros estamos fuertes en ustedes por Dios que les dice ánimo, no se doblen, no doblen sus corvas, no titubeen, al contrario fortalézcanse en mi que soy su fuerza, por eso les pido abran su corazón y Dios un día como a Pablo y Silas, les abrirá las puertas de esta cárcel”, concluyó.
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