+.-ALCALDE NATANAEL GUERRERO LÓPEZ PARTICIPÓ COMO "SANTERO MAYOR"
INTEGRANTES DE LA
ETNIA MAYO , REALIZARON EL TRDICIONAL BAÑO
DE “SAN JUAN” BAUTISTA, EN LAS AGUAS DEL
RÍO MAYO, ANTE LA PRESENCIA DE
CIENTOS DE FELIGRESES
POR MARTIN ROBERTO VEGA ENCINAS
Ante la presencia de cientos de
feligreses, promeseros y curiosos que procedentes de diferentes comunidades que
se dieron cita a las riberas del Río Mayo, la Etnia Mayo de Pueblo
Viejo cumplió ayer con el tradicional rito del baño de San Juan Bautista, en
cuyo evento participó como Santero Mayor el Alcalde Alberto Natanael Guerrero
López, cerrando exitosamente el festejo del Santo Patrono.
El rito ofrecido al Santtito, fue
presidido por Esteban Jusacamea Yocupicio, Cobanaro Mayor, quien indicó que el
tradicional baño a “San Juancito” simboliza el bautismo de Jesús en el Río
Jordán, donde los pascolas mojaron la moyerita del Niño Profeta, quien a su vez
hacía reverencia hacia los cuatro puntos cardinales, como símbolo del bautismo
a la concurrencia que se ubicaba en los alrededores.
Luego procedieron a bautizar
(Rociados con agua de río), a don Esteben Jusacamea Yocupicio, Manuel Maldonado
“Mestro” y posteriormente la primera autoridad, cuyo evento fue imitado por
toda la concurrencia, al mojarse la cabeza unos a otros, para posteriormente
arrojarse a las aguas del cause del río algunos creyentes.
Previamente con los paskolas, venado, tamboreros y
fiesteros, con banderas a la cabeza principal del cortejo, trasladaron en
procesión al santito desde la ramada tradicional de la placita que se ubica
frente al asilo de ancianos, hasta llegar a las riberas del río Mayo,
destacando durante el trayecto el sonido del tambor que no cesaba, en tanto que
los gritos de pascolas imponían el ambiente, al cual se sumaban los cohetes que
estallaban fuerte al ser lanzados aire.
La esfinge de San Juan,
previamente fue desvestida por los santeros mayores para posteriormente
conducirlo al centro del río y fue allí, precisamente que se escuchó un fuerte
estallido de cohetes y cohetotes que lo hicieron a manera de rafaga; al cual se
sumó el sonido del tambor que se incrementó en esos momentos en que el
milagroso profeta hijo de Zacarías fue sumergido a las aguas como símbolo del
bautismo que borra el pecado original.
Posteriormente de estos ritos,
“San Juancito” fue trasladado de nuevo a la orilla del cause donde fue otra vez
revestido, procediendo luego con la bendición y adoración de cientos de
participantes que se formaron en fila, siendo el Alférez Mayor de la etnia
Hipólito Jusacamea quien mojaba las molleras de los promeseros participantes
como símbolo de la renovación bautismal y bendición del primo de Jesús que se
extendió a sus hogares, trabajos y sus mismas vidas.
Luego regresó el cortejo con el
santito a la placita de San Juan ubicada frente al asilo de ancianos, donde fue
llevado El Bautista al templo étnico que lleva su nombre y se ubica frente a la
plaza, para posteriormente volver a la ramada tradicional donde se reiniciaron las danzas del Pascolas y Venado
hasta las 14:00 horas.
Así, llegó la hora de la entrega
de comida a los 24 fiesteros nuevos y a la concurrencia en general, para
proceder nuevamente al cierre de festividades con el rociado de agua a todos
los presentes.
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