domingo

Ramón Corona Martínez Cumplió 26 años de Servicio Sacerdotal



*.-"VIVO DIARIAMENTE MI LABOR, REALIZANDO Y HACIENDO PLANES", DICE EL PÁRROCO DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
*.-"SIENTO IGUAL QUE SI FUESE EL PRIMERO", DICE EL LÍDER RELIGIOSO, QUIEN LLEGÓ PROCEDENTE DE YÉCORA A DONDE MISIONÓ CON 34 JÓVENES
*.-DEJAMOS SEMBRADA LA SEMILLITA DE LA PALABRA DE DIOS, ASEGURA
NAVOJOA.-Con música, vivas, abrazos, llantos, aplausos, una manta de bienvenida y una exquisita cena; fue recibido antenoche en la parroquia de Nuestra señora Del Carmen, el presbítero Ramón Corona Martínez, quien a las 09:30 horas llegó junto con 34 jóvenes procedente de Yécora y otros pueblos indígenas Pimas de la sierra de Sonora donde cumplieron la séptima misión evangelizadora de 15 días.
Lo anterior se dio en el marco de la conmemoración de los 26 años de vida sacerdotal del también párroco de la colonia Hidalgo de esta ciudad quien dijo venir emocionado tras cumplir un encargo de Dios a través del Obispo Juan Manuel Mancilla Sánchez, en comunidades como Maicoba, la Dura, Quipor y Los Pilares y otras.
“Dejamos una semillita sembrada en la palabra de Dios y no se si sembramos o cosechamos porque nos trajimos mucha alegría porque además nos dimos cuenta que está lloviendo y el agua es recibida por nuestras presas, fue una experiencia bonita al igual que las otras porque la gente es humilde y se porta muy bien”, aseguró.
Al ser abordado antes de bajar del autobús que los jóvenes denominaron “Misionero de Jesús” Corona Martínez dijo haber quedado sorprendido de la belleza de esos lugares de Sonora; “es un clima de 19 grados centígrados, lleno de pinos y arroyos corriendo todo el día y pues, nos quedamos sorprendidos”, comentó.
“Fue como un festejo a la misma Virgen del Carmen porque salimos un día después de los festejos a la patrona parroquial y llegamos hoy que es 31”, asentó al apuntar que cuando el Obispo Mancilla le dijo que si se sentía mal no acudiera a esa misión, se sintió muy bien; “siento que el ambiente de allá me favoreció mucho, porque descanse mucho, me alivie del calor y me quité el estrés y eso es favorable a mi salud”, afirmó.
Al referirse a su 26 aniversario como sacerdote, dijo que él vive cada día; “todos los días vivo mi sacerdocio, me siento realizado hago planes, proyectos, 25, 26, 27, para mi es igual que el primer año”, aseguró al apuntar “no hay novedad y todo sigue igual”.
El líder católico, dijo que al renacer hace poquitos vive su religiosidad contento con la feligresía, “sobre todo con los papás de estos muchachos que entregan su juventud al servicio de Dios y eso hace contentos a todos, principalmente a Dios para el que sirven y viven”.
“Yo no me canso y me gusta mi trabajo de sacerdote y cada vez que supero muchos retos me lleno de gozo y me siento feliz”, participó al aconsejar que todo cristiano y sacerdote debe tener la experiencia de una misión; “dar un poquito de lo que tenemos no sólo en una misión, porque la misma vida Dios nos la da para cumplir una misión como padre, hermano, hijo, maestro y en fin en tantas y tantas que hay en el mundo.
“Sino cumplimos pues a que venimos, yo siento que cumplo la mía como sacerdote y estoy para servirles, sobre todo al saber cuanto te quiere tu comunidad, porque llorando nos despidieron y mira ahora como nos reciben también con llantos”, concluyó.
MISIÓN EVANGELIZADORA, UNA GRAN EXPERIENCIA, DICEN LOS JÓVENES
Para los 34 jóvenes que junto con el padre Ramón Corona Martínez acudieron a Yécora y otros poblados de la sierra como Los Pilares, Maicoba, El Quipor, La Dura y El Encinal a una misión evangelizadora fue una gran experiencia porque aprendieron a trabajar en equipo y a independizarse ya que ellos mismos se prepararon sus comida y se desenvolvieron en un ambiente rudimental al entre otras cosas letrinas de cal como sanitarios y carecer de agua y luz eléctrica entre otros servicios.
Gilberto Gómez Rosas, ministro de comunión; Carlos Guillermo Cruz Saavedra, coordinador del grupo Cairos y de las misiones; además de Ramón Gril Barreras López; Jorge Lepró, José Arturo Gastélum, Roberto Carlos Aguilar Salazar, Gerardo Domínguez Borbón y Leticia Villaseñor Arredondo, coincidieron que vale la pena olvidarse de los antros y otras diversiones que tiene cualquier joven para servir al señor en la Iglesia; “y sobre todo en las misiones”.
“Yo ya había ido a Sahuaripa y hoy acudí a Yécora a predicar la palabra de Dios y vengo contento porque servía mi Dios, a niños jóvenes y señores, les hable del amor de Dios y que siempre confieran en él; les dije que le dedicaran un poco de tiempo a Jesús, porque él es el camino”, asentó Gómez Rosas, quien dijo que la experiencia que comparte es que las familias de por aquellos lugares lo consideraban como parte de ellos.
Por su parte Cruz Saavedra, coincidió al participar que al a su quinta misión le queda mucho gozo, “y sobre todo bendición de Dios para mi y mis familiares y amigos, porque conocí al padre David quien fue el que nos llevo a esos pueblos Pimas donde recibí mucho cariño al atender adultos a quienes les enseñe la vida de Jesús del libro de San Marcos”.
“Vale la pena olvidarse de los antros y otras diversiones porque servir a Dios es gozoso y eso da felicidad”, aseguró en tanto Jorge Lepró quien trabajó en El Pilar, quien confirmó que es satisfactorio y gratificante estar al servicio de Dios.
“Estoy listo pa la ora misión, porque acudir es una bendición”, dijo José Arturo Gastélum, quien trabajó en Maicoba y exhortó a las juventudes de Navojoa a no ser tontos y escoger el camino que da vida, como lo es el servicio de la Iglesia que es el de Dios.

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