FARISEOS
*.-SOLDADOS DE DIOS QUE SE CONVIERTEN EN DEMONIOS DURANTE LA SEMANA SANTA
*.-UN SACRIFICIO PERSONAL QUE NUNCA ES EN VANO
*.-CON EL ÚNICO QUE SE QUEDA BIEN ES CON ÉL, AFIRMAN LOS PROMESEROS MAYOS
POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
NAVOJOA.-El hombre clama a Dios siempre que tiene una gran necesidad, como en el momento que el medico comunica que ya no hay nada que hacer por la salud de alguien. Entonces es que clamamos a ese ser supremo que todo lo puede.
Y es que, sin fe, nada tiene sentido, mueve montañas, salva vidas, conforta, da gozo, paz, en fin es la esencia y esperanza en el hombre.
Al citar lo anterior se hace presente el recuerdo de las fiestas patronales de algunas comunidades indígenas de la región, como la Semana Santa en Pueblo Viejo ya casi a la vuelta de la esquina, en cuya jornada los Fariseos recuerdan la sanidad que recibieron de Dios como y como promeseros agradecen por su beneficios a través de su Hijo Jesús participando en ritos donde se recuerda su Pasión, muerte y resurrección.
En este lugar, los Fariseos tienen un papel primordial después de Jesucristo, quienes representan a los mismos personajes que se mencionan en las sagradas escrituras, al igual que los maestros de la Ley de las Sagradas Escrituras, quienes tenían una cara por dentro y otra por fuera.
En la promesa al Fariseo, sin embargo, se le reconoce como Soldado Romano, o como Soldados de Dios, los cuales durante la cuaresma se convierten en unos Demonios.
Los Fariseos, también llamados Judios, se han visto por toda la región luego del primer viernes después del miércoles de ceniza, y así lo hacen durante todos los Contis que se celebraron en el Navojoa Viejo.
Este personaje se caracteriza por su peculiar ropaje, al vestirse con una cobija que semeja a una túnica, la cual se enrolla alrededor de su cintura y sujeta con ixtle, además de cubrirse el rostro con una mascara de cuero de chivo y portar tenavaris en ambas extremidades, con los coyolis sujetados en la cintura, lo que hace que sus movimientos y pasos sean escuchados al andar y correr.
Porta, además, lanza y cuchillo que ellos mismos se fabrican de material de palo fierro, pintados de multi colores, algunos también traen un tambor pequeño, y así, de alguna manera, pagan ese compromiso ofrecida a Cristo de ese lugar con una manda.
“Se sufre en estos 40 días de cuaresma porque se ampollan los pies de tanto caminar, y porque me ausento de la casa ya que, cuando permanecemos en el campamento de Tetanchopo de repente nos llevan de poblado en poblado y de ranchería a ranchería, sólo nos dejan salir a casa cuando solicitamos permiso y entramos únicamente al patio”, afirmó Candido Quiñónez Osuna.
Vecino de Los Bahuises con 30 años de edad y con dos de participar en la campaña de Cristo, dijo que, sin embargo le conforta saber que de esa forma le esta sirviendo a Jesús.
“El me bendice y a mi familia también”, confirma al recordar el ofrecimiento que hizo al señor en un momento difícil de su vida, cuando los médicos lo operaron de urgencia.
“Se me dijo que me tenían que operar de urgencia”, especifica y abunda que fue en ese momento que clamó a Jesús y le prometió ser Fariseo, luego de la operación.
“Dios me cumplió y yo lo hago ahora”, reconoce.
Por su parte Hilario Quiñónez Osuna, hermano del primero y que además de Fariseo es El Pilatos de la Tribu, precisó que al portar la mascara fabricada de cuero de chivo, automáticamente sucede como un acto de magia y el promesero se convierte en el mismo Chamuco.
“Nos da por hacer maldades y al acercarse Semana Santa, me dan ganas de que sea ya jueves santo y buscar y encontrar al “Vichito” (viejito que hace las veces de Jesús) para corretearlo, azotarlo y amarrarlo para tomarlo preso”.
El Judío de Pueblo Viejo, indicó que el incremento de su maldad se da el Viernes Santo que es crucificado el Señor y, asegura, sin embargo que esta maldad desaparece el Sábado Santo o de Gloria, para dar paso a la alegría de saber resucitado al señor Jesús según la Etnia.
“Ese es el momento más bonito de la promesa porque Dios nos bendice y para ello tenemos dos padrinos que nos conducen a la Cruz del perdón”
Apuntó que ese día le embarga una fuerza suprema y entonces llora de emoción, en tanto que otros hasta se desmayan porque es cuando reciben el perdón de parte de Jesús y se sienten aliviados y lleno de paz, luego de que sus padrinos los rosean con agua bendita.
Recordó que el primer día de su llegada al campamento de Tetanchopo, no pudo dormir al resonar en su cabeza durante la noche los tambores; “empero tampoco dormí porque durante un tiempo de esa jornada nocturna, manos invisibles tocaron mi cabeza y entonces me asusté al no ver a nadie a mí alrededor”, aseguró.
Abundó que, cuestionado durante la mañana de otro día sobre el sobrenatural incidente Don Pablo Jusacamea Vega, entonces capitán Mayor de la tribu, luego de una sonrisa le confirmó que había sido ungido como Judio por los Fariseos ancestrales, ya que el campamento es el mismo que se concurre por décadas.
En tanto, Esteban Jusacamea Yocupicio, Fariseo por más de 16 años y con dos como Capitán Mayor, al confirmar lo anterior dijo que el promesero sabe que le cumple al Señor.
“Que a pesar de las burlas, ataques con piedras, del calor que se sufre entre las ropas y máscaras sabes que con el único que quedas bien es con Él, que tu sacrificio no ha sido en vano”.
Mencionó que, de acuerdo a sus usos y costumbres, ayudan a mucha gente a recordar la pasión y muerte del Salvador; “por él nacemos y por él moriremos sabiendo que también en un día cuando tu mueras, te resucitará Dios como lo hizo con Él”, concluyó.
*.-UN SACRIFICIO PERSONAL QUE NUNCA ES EN VANO
*.-CON EL ÚNICO QUE SE QUEDA BIEN ES CON ÉL, AFIRMAN LOS PROMESEROS MAYOS
POR MARTÍN ROBERTO VEGA ENCINAS
NAVOJOA.-El hombre clama a Dios siempre que tiene una gran necesidad, como en el momento que el medico comunica que ya no hay nada que hacer por la salud de alguien. Entonces es que clamamos a ese ser supremo que todo lo puede.
Y es que, sin fe, nada tiene sentido, mueve montañas, salva vidas, conforta, da gozo, paz, en fin es la esencia y esperanza en el hombre.
Al citar lo anterior se hace presente el recuerdo de las fiestas patronales de algunas comunidades indígenas de la región, como la Semana Santa en Pueblo Viejo ya casi a la vuelta de la esquina, en cuya jornada los Fariseos recuerdan la sanidad que recibieron de Dios como y como promeseros agradecen por su beneficios a través de su Hijo Jesús participando en ritos donde se recuerda su Pasión, muerte y resurrección.
En este lugar, los Fariseos tienen un papel primordial después de Jesucristo, quienes representan a los mismos personajes que se mencionan en las sagradas escrituras, al igual que los maestros de la Ley de las Sagradas Escrituras, quienes tenían una cara por dentro y otra por fuera.
En la promesa al Fariseo, sin embargo, se le reconoce como Soldado Romano, o como Soldados de Dios, los cuales durante la cuaresma se convierten en unos Demonios.
Los Fariseos, también llamados Judios, se han visto por toda la región luego del primer viernes después del miércoles de ceniza, y así lo hacen durante todos los Contis que se celebraron en el Navojoa Viejo.
Este personaje se caracteriza por su peculiar ropaje, al vestirse con una cobija que semeja a una túnica, la cual se enrolla alrededor de su cintura y sujeta con ixtle, además de cubrirse el rostro con una mascara de cuero de chivo y portar tenavaris en ambas extremidades, con los coyolis sujetados en la cintura, lo que hace que sus movimientos y pasos sean escuchados al andar y correr.
Porta, además, lanza y cuchillo que ellos mismos se fabrican de material de palo fierro, pintados de multi colores, algunos también traen un tambor pequeño, y así, de alguna manera, pagan ese compromiso ofrecida a Cristo de ese lugar con una manda.
“Se sufre en estos 40 días de cuaresma porque se ampollan los pies de tanto caminar, y porque me ausento de la casa ya que, cuando permanecemos en el campamento de Tetanchopo de repente nos llevan de poblado en poblado y de ranchería a ranchería, sólo nos dejan salir a casa cuando solicitamos permiso y entramos únicamente al patio”, afirmó Candido Quiñónez Osuna.
Vecino de Los Bahuises con 30 años de edad y con dos de participar en la campaña de Cristo, dijo que, sin embargo le conforta saber que de esa forma le esta sirviendo a Jesús.
“El me bendice y a mi familia también”, confirma al recordar el ofrecimiento que hizo al señor en un momento difícil de su vida, cuando los médicos lo operaron de urgencia.
“Se me dijo que me tenían que operar de urgencia”, especifica y abunda que fue en ese momento que clamó a Jesús y le prometió ser Fariseo, luego de la operación.
“Dios me cumplió y yo lo hago ahora”, reconoce.
Por su parte Hilario Quiñónez Osuna, hermano del primero y que además de Fariseo es El Pilatos de la Tribu, precisó que al portar la mascara fabricada de cuero de chivo, automáticamente sucede como un acto de magia y el promesero se convierte en el mismo Chamuco.
“Nos da por hacer maldades y al acercarse Semana Santa, me dan ganas de que sea ya jueves santo y buscar y encontrar al “Vichito” (viejito que hace las veces de Jesús) para corretearlo, azotarlo y amarrarlo para tomarlo preso”.
El Judío de Pueblo Viejo, indicó que el incremento de su maldad se da el Viernes Santo que es crucificado el Señor y, asegura, sin embargo que esta maldad desaparece el Sábado Santo o de Gloria, para dar paso a la alegría de saber resucitado al señor Jesús según la Etnia.
“Ese es el momento más bonito de la promesa porque Dios nos bendice y para ello tenemos dos padrinos que nos conducen a la Cruz del perdón”
Apuntó que ese día le embarga una fuerza suprema y entonces llora de emoción, en tanto que otros hasta se desmayan porque es cuando reciben el perdón de parte de Jesús y se sienten aliviados y lleno de paz, luego de que sus padrinos los rosean con agua bendita.
Recordó que el primer día de su llegada al campamento de Tetanchopo, no pudo dormir al resonar en su cabeza durante la noche los tambores; “empero tampoco dormí porque durante un tiempo de esa jornada nocturna, manos invisibles tocaron mi cabeza y entonces me asusté al no ver a nadie a mí alrededor”, aseguró.
Abundó que, cuestionado durante la mañana de otro día sobre el sobrenatural incidente Don Pablo Jusacamea Vega, entonces capitán Mayor de la tribu, luego de una sonrisa le confirmó que había sido ungido como Judio por los Fariseos ancestrales, ya que el campamento es el mismo que se concurre por décadas.
En tanto, Esteban Jusacamea Yocupicio, Fariseo por más de 16 años y con dos como Capitán Mayor, al confirmar lo anterior dijo que el promesero sabe que le cumple al Señor.
“Que a pesar de las burlas, ataques con piedras, del calor que se sufre entre las ropas y máscaras sabes que con el único que quedas bien es con Él, que tu sacrificio no ha sido en vano”.
Mencionó que, de acuerdo a sus usos y costumbres, ayudan a mucha gente a recordar la pasión y muerte del Salvador; “por él nacemos y por él moriremos sabiendo que también en un día cuando tu mueras, te resucitará Dios como lo hizo con Él”, concluyó.
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