
En México, el 85 por ciento de los trasplantes de órganos que se llevan a cabo son de donadores vivos, mientras que sólo el 15 por ciento son de donadores ya fallecidos. Esto debido a que en nuestro país no hay una cultura de donación después de la muerte, señaló la presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, Esperanza Morelos Borja, en el marco de la celebración del Día Nacional del Transplante.
Asimismo, agregó que alrededor del 30 por ciento de las muertes que se registran por enfermedad es por la falla de algún órgano, principalmente el hígado o los riñones: “Estamos hablando de que ese porcentaje de gente se podría salvar si hubiera órganos suficientes, pero para que eso suceda necesitamos donadores que en vida dejen estipulado que a su muerte se podrá disponer de sus órganos para ser trasplantados”.
Explicó que en nuestro país sólo llegan a convertirse en donadores quienes tienen familiares enfermos que necesitan algún órgano, “el problema es que las personas más débiles, con desnutrición o pobres no pueden donar sus órganos porque no tienen las condiciones físicas que se requieren. Además es menos riesgoso que el órgano donado provenga de un donador muerto que de uno vivo”.
Indicó que México es uno de los países con menos donación a nivel mundial por lo que es importante sensibilizarnos y tener la apertura para ser donadores “y darnos cuenta que aún después de la muerte podemos continuar haciendo cosas buenas”.
Esperanza Morelos insistió en que actualmente hay miles de mexicanos que no tienen una buena calidad de vida porque requieren de un órgano que nunca llega “y entonces mueren, cuando con un trasplante podrían volver a tener una vida productiva”.
En ese sentido, comentó que: “Muchas veces los familiares de quienes fallecen se oponen a la donación pues piensan que se va a mutilar el cuerpo de su ser querido cuando, al contrario, se trata de que sus órganos sigan dando vida a otros que lo necesitan”.
Esperanza Morelos, quien es diputada federal por el estado de Michoacán, explicó que entre los órganos del cuerpo humano que pueden ser donados para salvar vidas están el hígado, los riñones, las córneas, los huesos y la piel. “Podrían dar salud a mucha gente y quienes los donan pueden trascender a través de quien los reciba”.
Comentó que para poder ser donadoras de órganos, las personas sólo tienen que inscribirse en el Centro Nacional de Transplantes, además de informar a sus familiares de su decisión.
Para finalizar, hizo un llamado a todos los mexicanos “para que se den cuenta de que cuando alguien muere todavía podemos brindar vida a otras personas cuya calidad o expectativa de vida está disminuida”.
Asimismo, agregó que alrededor del 30 por ciento de las muertes que se registran por enfermedad es por la falla de algún órgano, principalmente el hígado o los riñones: “Estamos hablando de que ese porcentaje de gente se podría salvar si hubiera órganos suficientes, pero para que eso suceda necesitamos donadores que en vida dejen estipulado que a su muerte se podrá disponer de sus órganos para ser trasplantados”.
Explicó que en nuestro país sólo llegan a convertirse en donadores quienes tienen familiares enfermos que necesitan algún órgano, “el problema es que las personas más débiles, con desnutrición o pobres no pueden donar sus órganos porque no tienen las condiciones físicas que se requieren. Además es menos riesgoso que el órgano donado provenga de un donador muerto que de uno vivo”.
Indicó que México es uno de los países con menos donación a nivel mundial por lo que es importante sensibilizarnos y tener la apertura para ser donadores “y darnos cuenta que aún después de la muerte podemos continuar haciendo cosas buenas”.
Esperanza Morelos insistió en que actualmente hay miles de mexicanos que no tienen una buena calidad de vida porque requieren de un órgano que nunca llega “y entonces mueren, cuando con un trasplante podrían volver a tener una vida productiva”.
En ese sentido, comentó que: “Muchas veces los familiares de quienes fallecen se oponen a la donación pues piensan que se va a mutilar el cuerpo de su ser querido cuando, al contrario, se trata de que sus órganos sigan dando vida a otros que lo necesitan”.
Esperanza Morelos, quien es diputada federal por el estado de Michoacán, explicó que entre los órganos del cuerpo humano que pueden ser donados para salvar vidas están el hígado, los riñones, las córneas, los huesos y la piel. “Podrían dar salud a mucha gente y quienes los donan pueden trascender a través de quien los reciba”.
Comentó que para poder ser donadoras de órganos, las personas sólo tienen que inscribirse en el Centro Nacional de Transplantes, además de informar a sus familiares de su decisión.
Para finalizar, hizo un llamado a todos los mexicanos “para que se den cuenta de que cuando alguien muere todavía podemos brindar vida a otras personas cuya calidad o expectativa de vida está disminuida”.
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