+.-Padres de 49 menores reiteran el llamado a PGR que pasen
de las palabras a realidades
Hermosillo.-El recuerdo a cuatro años de la muerte de 49
niños por el incendio de la
Guardería ABC
inició antes de que los padres de familia, que perdieron a
sus hijos al interior de esa estancia infantil dieran el primer paso dentro de
lo que nombraron “Cuatro años de Luto y Lucha”.
Con la presencia de al menos 50 elementos de la Policía Municipal
y al menos 12 mil personas que se trasladaron desde el lugar del incendio hasta
las escalinatas del Museo de la
Universidad de Sonora, el recuerdo de los ángeles que fallecieron
por culpa de hasta ahora desconocidos, se mantuvo vivo en todos.
Todavía no se daba el primer paso y los automovilistas que
pasaban en el cruce de la calle Mecánicos y Periférico Sur, ya accionaban el
claxon de sus vehículos, situación que se repitió a lo largo del camino y no
por el cierre de una vialidad, sino por el apoyo que ha ido en aumento año tras
año para los padres y familiares de los 49 menores.
Julio César Márquez, papá de Yeyé recordó que aunque no se
fijan una meta de las personas que los van a acompañar, al final esperan que
haya gente con posibilidades de apoyarlos, acción que se vio reflejada este 5
de Junio al contarse en un principio cerca de 500 personas, cifra que aumentó
pocos minutos después de las 18:00 horas, cuando las personas que sostenían la
lona con la leyenda Justicia ABC, salió de la calle que fue testigo mudo de los
hechos.
Al hablar del tema de la justicia, una que se ha tardado
cuatro años, el padre de Yeyé aceptó que cada año se dan noticias nuevas de
parte de las autoridades federales y la misma PGR, pero que eso, es algo a lo
que ya están acostumbrados.
“Que ahora si pasen de las palabras a los hechos, que ahora
si que no digan que ya van a acelerar, acelerar qué, si ya son cuatro años, ya
no pueden acelerar absolutamente nada, cuatro años es demasiado tiempo como
para que ya hubieran hecho su trabajo, independientemente de quién estuviera al
frente de la PGR ”,
afirmó.
Reiteró que ahora, luego de tanto tiempo, es muy difícil
creer en las palabras, más luego de estar en espera más de un mes y medio, de
una respuesta para entrevistarse con el Presidente de la República , Enrique Peña
Nieto, que también, cuando era candidato, les prometió la justicia que tanto
han esperado.
El cuarto año marcó muchos novedades dentro de las personas
que integraron la marcha, ya que entre ellos figuró la familia de Julio, la que
nunca había participado, como su esposa, hijo e hija, además de Edahí, hermano
de Xinuelth, menor que falleció en la guardería y que, igual que Allison
Estefania, de 8 y Brandón Noé, de 13, hermanos de Yeyé, tomaron la decisión de
apoyar el movimiento.
Detrás de la gran lona con la exigencia de justicia lo que
resaltaba eran los menores de edad que sin temor al cansancio decidieron portar
las fotos de cada uno de los pequeños que fallecieron, muchos de los
voluntarios, familiares directos de los 49 ángeles, otros, menores que
sobrevivieron al trágico hecho.
“Tratamos de siempre mantenerlos al margen para evitarles
más conflictos emocionales, pero ellos han pedido, ya tienen la edad suficiente
como para entender lo que está ocurriendo y han pedido sumarse a la marcha”,
explicó para resaltar que fue su hija la que pidió conocer más de porqué la
pasó eso a su hermano menor.
La marcha, como en los tres años anteriores arrancó lágrimas
a propios y extraños al escucharse replicar las campanas de la iglesia de San
José, sobre el mismo Bulevar Vildósola, en el que se apreció la nube de globos
blancos que fueron liberados en memoria de los pequeños.
Ahí, vehículos que iban en el carril contrario a la marcha,
decidieron hacer un alto total y a diferencia de la petición de accionar el
claxon, en ese momento todo fue un silencio por los 49 menores que segundos
después, cuando los globos desparecían en el cielo, recibieron aplausos y el
pita de los carros cercanos.
Una vez más, la tranquilidad fue un factor invisible, ya que
de acuerdo a Julio Márquez, ninguno de los padres puede vivir tranquilo, aunque
algunos tienen motivos muy fuertes, como el nacimiento de nuevos hijos, que les
dan un poco de paz, “pero mientras no haya justicia no puede haber
tranquilidad, ni sosiego en esto”.
Entre las cuestiones curiosas que se dieron casi por
terminar la marcha, fue la presencia de uno de los abogados de los socios de la Guardería ABC , que
en la oscuridad y a un costado del Auditorio Cívico, observaba recargado en un
carro estacionado el pasar de todas las personas que apoyaron, sin limitarse,
los efectos que provocaron las omisiones por parte de ese grupo que cobijados
por la ley, se mantienen fuera de la cárcel.
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